Por Margarita Suárez.- Como periodista debo salir al paso de las calumnias, incluso las proferidas en contra de mi propio hermano, Pedro Suárez, alcalde de Neiva, del año 2012 a 2015. Cuando comenzó su cuatrienio acababa de cambiar el sistema de entrega de regalías del petróleo a las entidades territoriales. Neiva pasó de recibir 60
Por Margarita Suárez.-
Como periodista debo salir al paso de las calumnias, incluso las proferidas en contra de mi propio hermano, Pedro Suárez, alcalde de Neiva, del año 2012 a 2015. Cuando comenzó su cuatrienio acababa de cambiar el sistema de entrega de regalías del petróleo a las entidades territoriales. Neiva pasó de recibir 60 mil millones de pesos al año, a tener que solicitar recursos mediante proyectos, a un fondo en planeación nacional. Ese cambio no se sintió en Neiva, porque el alcalde Suárez, experto en proyectos y en planeación, tocó puertas y consiguió 700 mil millones de pesos, quedando incluso recursos para invertir su sucesor. Pedro hizo 350 obras importantes. Sólo una, la remodelación del Estadio, tuvo problemas. La versión de los sucesos, fue manejada de manera perversa por sus opositores, en especial por su sucesor, Rodrigo Lara Sánchez, quien evidenció pánico cuando ocurrió el accidente laboral en el que fallecieron cuatro obreros. Siete meses después de haber entregado su mandato Pedro Suárez y siendo alcalde Lara, el 19 de agosto de 2016, se presentó el trágico suceso, mientras fundían una placa de cemento. Amparado en la imagen de su padre, el alcalde Lara abrió puertas en los medios nacionales, afirmando que el siniestro era culpa de la mala planeación y corrupción de la administración anterior. Decía que el estadio se había “caído”, cuando esto nunca ocurrió. Lo que hay NO son ruinas de un desplome, sino las columnas y muros que quedaron en obra negra. Los trabajos programados no se terminaron porque, a raíz del accidente, Lara caducó la obra. Lara sigue mintiendo a pesar que se descubrió la verdad en una sesión del Concejo de Neiva, donde fue citado y reconoció ante el Cabildo, que, en febrero de 2016, su administración firmó el contrato que se estaba ejecutando y que bajo su mandato adicionó los recursos diligenciados en los últimos días de la anterior administración, por valor de siete mil millones de pesos, necesarios para culminar la obra. Lara olvidó decir que esos recursos, una vez adicionados por su administración, los podía haber ejecutado con un nuevo contratista. Pero no lo hizo, continúo con los mismos, después que recibió la obra a satisfacción en diciembre de 2015. Vino a Neiva una vicefiscal para anunciar la detención carcelaria de Pedro Suárez. En rueda de prensa se refirió al accidente diciendo que había ocurrido en agosto de 2015, no en agosto de 2016, como era lo correcto. Pedro estuvo encarcelado cuatro meses, hasta que un juez corrigió la injusticia y fue liberado. La detención proferida “para evitar que con su poder como exalcalde interfiriera en la investigación”, facilitó las calumnias. Hoy, con la desaparición del Atlético Huila, se repiten las mentiras, sin tener en cuenta que las obras se paralizaron el 19 de agosto de 2016, a raíz del lamentable accidente en la ejecución de un contrato firmado en la administración del alcalde Lara, y bajo la supervisión del gobierno Lara.










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